martes, 2 de agosto de 2011

El viaje continúa y ahora delirante

Señoras y señores. Agárrense fuerte. Sujétense a su silla (si no han instalado el invento de Homero Simpon para evitar caer). Aquí les va la última. El señor Shinji y yo estuvimos en la montaña del planeta más cercana al espacio exterior. Estuvimos en la montaña más alejada del centro de la tierra. Sí, tal y como lo leen... ¡¡¡estuvimos en el Chimborazo!!!

¿¡Qué!? ¿El Chimborazo?

Resulta que dada la forma que tiene el planeta, la cima más alta del planeta en relación con el centro de la Tierra y de la cercanía con el espacio exterior es el Chimborazo ecuatoriano. Que a todas estas no es una montaña, sino un volcán.

Bolívar mismo, anonadado por encontrarse ante la presencia de la que hasta ese momento era la montaña más alta del planeta, -- el señor Everest no había "descubierto" la suya -- escribió en su momento un hermoso poema en forma de prosa titulado precisamente "Delirio sobre el Chimborazo".

Tal como en el caso de estas dos montañas, en el mundo de los negocios podemos encontrar datos diferentes que nos llevan a conclusiones diferentes. Inclusive, la utilidad de los mismos, partiendo del hecho de que sean reales, depende del contexto y las circunstancias.

Cuando los datos son contextualizados de manera correcta pueden abrirse nuevas perspectivas, ideas y aprovecharse nuevas oportunidades.

Ahora puedo decir que estuve, no en la montaña más alta del planeta sobre el nivel del mar, pero sí en el punto del globo que está mas cerca al espacio exterior... ¡y díganme que no es cierto!

Ah, olvidaba comentarles que compramos una motocicleta. Asíq ue seguimos el viaje hacia el Perú motorizados y ¡¡¡con un frío!!! Brrrr...

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