miércoles, 29 de agosto de 2007

Resolviendo dudas

¡Hola amigos! Definitivamente esto es mejor que mandar e-mails a todo el mundo. Bien algunas dudas que me llegaron al correo electrónico anoche, luego de la publicación del primer post.

La visa australiana... voy a sacarla por Chile, no por Venezuela... espero que funcione. Shinji no tiene problema, creo que no le piden visa en ninguna parte del mundo... excepto China y Corea del Norte.. y del Sur, voy a preguntarle.

Para la pasada a Ecuador llevo mi pasado judicial y unos ahorritos. Shinji llamó al papá ayer y mandó platica... para los dos (que tierno el señor Tedeschi, me quiere como a un hijo y eso que no me conoce)

Salimos por Bolivariano... corrijo el post de ayer... vamos al Japón en ¡Bolivariano! Salimos después de las cinco de la tarde. Vamos por Grirardot, Espinal, Ibagué, Armenia, Tuluá, Buga, Palmira y Cali.

No dormimos anoche organizando maletas y planeando la ruta, al menos hasta Quito. Esto de la planeación es muy importante. Siempre que se emprenda con una nueva idea o negocio hay que planear los diferentes escenarios que uno se pueda encontrar. Tal vez aparezcan diversas situaciones, cosas inesperadas, como le pasó a Pablo, un amigo mio que haciendo un viaje parecido (autostop hasta la Patagonia), se vio afectado por una hepatitis a su paso por Bolivia. Esta experiencia previa nos sirve a Shinji y a mí para prever que lo mismo nos puede pasar.

Las experiencias previas no son sólo anécdotas de lo que les haya podido pasar a otros, sino valiosa información que permite evitar la mayor cantidad posible de errores.

Las empresas hacen cosas parecidas cuando recurren a estudios de mercado, tendencias o de prospectiva. Buscan en el pasado lejano o reciente para poder ir hacia adelante y aprender. Aún antes de empezar ya se pueden haber aprendido cosas.

Sobre el dinero

El dinero no preocupa. La verdad es que en el emprendimiento uno no se puede varar por dinero. Tal vez llegue a hacer falta. Eso lo sabemos, pero no podemos dejar de hacer el viaje sólo porque sabemos que en algún momento no vamos a tener para un bus o para el almuerzo. Habrá que plantear una alternativa en ese momento: lavar platos, buscar un trabajo temporal, y sip, rebuscarse. A lo que no vamos a renunciar es a la ética y a los valores. Shinji todavía cree en el honor, yo en el honor y modestamente en más cosas (claro que el concepto de honor de Shinji es inmenso).

Así que nos queda antes de salir para Cali una buena experiencia y no hemos iniciado viaje. Uno, preguntar acerca de las experiencias de otros y aplicarlas a la situación actual. Dos, hacer una planeación concienzuda de los que se va a hacer antes de empezar, detectando los problemas y eliminándolos por anticipado. ¿Cómo lo hicimos en este caso? Compramos una tarjeta Assist Card, que es un seguro que cubre incidentes médicos y otras cosas (Asistencia médica, farmacéutica, odontológica, Traslados sanitarios, Repatriación sanitaria, viaje de regreso, repatriación de cuerpos -quién dice que no puede pasar- cuidado y acompañamiento de menores, etc.) O sea que si le pasa algo a Shinji lo llevan a Japón, ;)

¡Mañana espero poder escribir desde la Sultana del Valle! Hasta pronto

martes, 28 de agosto de 2007

¿Cómo inició esta locura?

Esta mañana recibí una llamada de mi amigo Shinji. Bueno, debo aclarar que esta madrugada me llamó a contarme que estaba viendo el eclipse de luna. Pero loco, le respondí, yo sé que debe estar viéndose bacanísimo, pero respete. ¡Son las cuatro de la mañana!

Para quienes no conocen a Shinji, él es cinco años menor que yo, nació en un pueblito de Japón (él es el que le dice así) en la isla de Hokkaido: Sapporo, que según él es más pequeña que Bogotá pero que parece que tuviera más gente, porque el espacio es reducido. Estudió en la Universidad de Educación de Hokkaido y como yo, no se ha graduado (dejó la carrera en tercer año, pero jura que volverá a terminarla). A Shinji y a mí nos gusta prácticamente lo mismo y de no ser así creo que no nos aventuraríamos en esta empresa que decidimos empezar hoy. El español de Shinji es tan bueno como mi japonés. Todavía le falta aprender mucho, pero podemos entendernos bien.

Sin embargo, en ocasiones a Shinji y a mí no nos queda otro remedio que hablar en inglés. Esa lengua la domina mejor que el español, pero así yo no aprendo japonés y si quiero.

Sé que las señoritas deben preguntarse cómo es él, dejemos que él mismo conteste: soy un japonés. Práctico ¿no? hace honor a la fama de los de su raza, aunque da la impresión de que es mejor no soltarle el teclado. Si lo hago este blog no llegará más allá de las tres líneas por entrada.

Bien, cerrando este "corto paréntesis" les sigo contando lo que pasó con la llamada. Entrecortando el madrazo que le venía por mi garganta al llamarme a esa hora, después de estar trabajando hasta la una de la mañana, Shinji me dijo: Jota, llamé a Japón y Aiko (la hermana) me dijo que allá se veía bastante bien. Me dio nostalgia... ¿vamos? ¿A donde? le respondí suponiendo lo que me iba a decir. ¡Pues a Japón!

¡¿Qué?! ¡Está loco Shinji! ¿Que voy yo a hacer por allá? (eso me tocó repetírselo en inglés porque no me entendió)

Pues ir a visitar a mi familia, ya llevo 3 años aquí y me hace falta "la tierrita".

¡La tierrita! Pónganse en mi posición. Jota, 30 años, colombiano, nunca ha salido del país, ama su terruño y como todo buen colombiano le dice "la tierrita"... pero ¡un japones! Qué falta me hizo haber grabado eso, duré riéndome como media hora después de la llamada.

Ok pelao, le dije, y como qué se le ocurre para que yo pueda ir a Japón. Usted sabe bien que no hay plata.

Pues bueno, me dice el taka taka (sin ofender y él sabe que le digo así), vámonos en bus.

Ahora sí se chiflo el man este. ¿Cómo así que en bus? ¿Qué es que el Bolivariano ya llega allá? ¿Cómo así que en bus? A esa altura no podía parar de reírme.

No, en serio Jota, mira te explico: yo no veo a Aiko hace tres años y a nadie extraño más. Pero no quiero llegar a Japón sólo con fotos de Colombia. ¿Qué tal si viajamos harto (bastante) y llegamos a Japón de último? Vamos hacia el sur, damos la vuelta por Australia y de ahí Asia y Japón.

El tono de voz le había cambiado y sonaba muy en serio. ¿Seguro Shinji? Eso vale plata.

Si pero "muy bacano", ¿no? Ok, le respondí, medio pensando que me mamaba gallo y medio pensando que ya iba en serio. ¿Cómo nos vamos a financiar?

Tranquilo, de eso nos encargamos mi papá y yo. ¿Qué dice? ¿Viene?

No voy a decir que acepté de una. Pero nos hablamos personalmente esta mañana. Discutimos detalles y decidimos echarle sueños, imaginación y finanzas al asunto. Hablamos del sustento, porque el papá de Shinji sí tiene plata pero no tanta, así que de fijo nos iba a tocar trabajar. Trazamos la ruta y cómo nos íbamos a ir.

Ahora debo decirles que estoy feliz, voy para Japón via... ¡Cali! Lo primero mañana será salir Bogotá - Cali por ¡Expreso Palmira! Qué categoría señores... vamos al Japón por Expreso Palmira (este blog hace menciones comerciales sin esperar nada a cambio, pero más les vale que nos traten bien en lo que nos montemos).

No sé si pueda escribir una entrada diaria o semanal, tal vez a veces diaria, a veces quincenal, pero lo que sí espero es llegar a Japón vivo y no muy flaco.

Ruta propuesta: Abarcaremos varios países, Ecuador, Perú... Brasil, sí Shinji insistió en Brasil (garotas, garotas y más garotas), Bolivia, Chile y Argentina (la pasada por Bolivia fue idea mía)
Sí se nos volaron Paraguay y Uruguay... lástima, pero la idea es llegar a Japón, ¿no?

Aquí estamos alistando maletas y yo cancelando semestre... otra vez.

Próxima parada... Cali.